martes, 1 de septiembre de 2009

Las historias del verano

Leyendo la Trilogía de Millennium, no puedo dejar de mosquearme, porque nunca me ha gustado que me cuenten el final. Creo que Rajoy la leyó antes que yo. Pero una cosa es que te apasione y otra muy diferente crearte una película de espías. Por lo menos el autor de la trilogía utiliza pruebas y expedientes.

Lo triste es que un ex-ministro de interior utilice esos argumentos, porque reafirma sus métodos de trabajo. ("Piensa el ladrón que todos son de su condición" Expresión castellana de antaño)

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