Todo el mundo que sigue los escándalos del PP en Madrid y en Valencia se preguntan ¿Dónde está Rajoy?. Las dimisiones que se han producido ayer no son expontáneas. Son programadas. Esperaron que finalizasen las elecciones gallegas y vascas para defenestrarlos. Les seguirán más: Granados, algún otro alcalde o alcaldesa. Quizás algún Consejero/a de alguna Comunidad. Pero, además de la mirada crítica hacia Camps y Esperanza por el derroche sin precedentes en su quehacer diario, y los lujos a los que se someten ante cualquier inauguración, entrega de premios, recepción, etc., recordando tiempos de la nobleza de rancio abolengo, no podemos olvidarnos del Alcalde de Madrid.
No quiero que parezca que tengo obsesión con este personaje. Pero tampoco podemos permitir que salga indemne de sus acciones. Un personaje que haciendo campaña en Galicia criticaba coches y despachos y que su megalomanía le lleva comprarse un vehículo por más de 500 mil Euros, su despacho cuesta este año más de 90 millones de euros, tiene un Concejal procesado, un Consejero cesado, al Concejal de Carabanchel, a la sazón tesorero del PP, retrasando entrevistas con sus administrados con la respuesta de que tiene que dedicarse a la investigación del Juzgado, etc. .
Algo muy malo está pasando en el PP. Algo peor de sus trapos sucios. Su desprecio por la sociedad Democrática, donde, además de quedar en entredicho, quieren poner en práctica aquello de morir matando, e intentan enturbiar y practicar aquello de "la tinta del Calamar" para hacer creer que todos los Partidos Políticos y todos los que actúan dentro de las instituciones, son iguales.
Eso lo han practicado cuando Naseiro, con Trillo, con Alvarez Cascos, etc. Todos pensábamos que su contacto con el sistema democrático permitiría que las Nuevas Generaciones trajesen nuevos aires a la Derecha. Han traido Trajes, cultura del pelotazo y a Agag. Sobre todo mucho Agag.
Creo que el PSM debería pedir la dimisión de Aguirre.
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