jueves, 26 de febrero de 2009

MINISTROS Y VICEPRESIDENTES

No me pareció oportuno la cacería de Bermejo. Creo que su falta administrativa podría ser equiparable a conducir sin carnet. Por cierto, esa falta la cometió el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid. Pero, un Ministro del Legislatitivo no tiene derecho a tener vida privada. Faltaría más, solo es un Ministro y no un Vicepresidente. Y es del Ejecutivo, no del Judicial. Cuando se cometen errores de bulto, siempre, en política, hay que pagarlos. Pero, ¿solamente desde la Izquierda?. Está claro que en el Poder Judicial algo grave está pasando. Algo grave está pasando en el Partido Popular. No solamente en Pinto, no solamente en la Comunidad de Madrid, no solamente en el Ayuntamiento de Madrid, no solamente en Boadilla, etc. Si el Ministro fuese del PP y hubiese un Prestige. O si por el contrario el Vicepresidente del Poder Judicial hubiese defendido a Garzón y no hubise sido un Consejero del PP en etapas anteriores ¿Cómo estaríamos ahora?

5 comentarios:

  1. algo huele a podrido en dinamarca, bueno mejor dicho algo huele a podrido en el pp, lo malo es que han puesto el ventilador y al final su mierda nos llega a todos, espero y deseo que los gallegos se den cuenta y no acaben ahogados en su propia ponzoña.

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  2. La doble vara de medir del PP...De Rosa, vicepresidente del CGPJ puede quedar a comer con Camps (hasta hace unos meses su jefe)...pero si Garzón coincide en una cacería con Bermejo dicen que la justicia está politizada...

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  3. y un tal Michavila?.....ilustre ex-minitro.....ilustre por dejar de serlo.....
    afamado conseguidor de pprebendas.....impulsor de comadreo de incompatibles....
    estos nunca dimiten.....pero es peor no se poner colorados (ni por verguenza) si fueran rojos dimitirian......
    Se les conocerá como chorizos de ppata negra.

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  4. parece que los caciques PPeros tienen bien atados los pperros con longanizas.....
    lastima.

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  5. Bermejo se va por una cuestión de apariencias. Bien, parece que es el momento de exigir este nivel de rigor en todas partes, en todas las administraciones. Y dicho sea de paso, será saludable...

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