El debate está en la calle. Y en el Parlamento, que es quien debe informar sobre su contenido, propuesta y debate. Y entre sus Diputados, entre los que existen algunos que, sin conocer el contenido del anteproyecto, opinan, en función de sus otros líderes, los de la sotana.
Creo que es oportuno que el PSOE descargue, a partir del 8 de junio, toda la batería informativa sobre la propuesta. Lo que yo conozco, no altera ni un ápice el derecho de la familia a tener un futuro sin hipotecas. A participar del conjunto de la educación sexual, de la formación e información que como persona debemos de trasladar a nuestros adolescentes. Pero todo Estado debe de arbitrar las medidas necesarias para reconducir el fracaso en estas medidas formativas que no excluyan a estos adolescentes del cuerpo social, invitándolos a la marginación.
Supuesto 1.- Un adolescente que tiene la suficiente formación e información cultural y social por parte de su familia que mantiene relaciones sexuales satisfactorias poniendo los medios a su disposición para evitar un embarazo (condenado por al Iglesia).
Supuesto 2.- Un adolescente que poniendo todos los medios por la formación e información que tiene y con el apoyo de su familia, tiene un fallo con los medios y toma las medidas urgentes para no quedarse embarazado/a. (Criticado por la Iglesia)
Supuesto 3.- Un adolescente que no tiene la formación adecuada y su familia tampoco (Que en España todavía son bastantes casos) se queda embarazada y decide abortar sin contarselo a su familia por miedo a represalias, pues la formación que si que tiene es la capacidad de decisión para no condenarse ni condenar a su familia a un futuro con falta de medios y de vergüenza ante sus vecinos (Excomulagado por la Iglesia)
Supuesto 4.- Una familia marginal, que tiene previsto casar a su hija con 14 años, pues ya es mujer y, que esta niña se queda embarazada (aceptado por la iglesia) y, que se lo comunica a sus padres, los cuales, al haber roto su matrimonio por no ser virgen, la envian al cuarto oscuro y la obligan a tener una criatura para la cual no está preparada en su futuro inmediato ni lejano. ESO LO APRUEBA LA IGLESIA.
Queridos diputados, no es un debate moral sobre el aborto. Es un debate social sobre la diferencia de clases, en estos asuntos también. O tanto nos hemos separado de la sociedad que no conocemos sus problemas reales en colectivos marginales.
En cualquiera de los casos, aquellos que tengan dudas, que repasen el programa electoral bajo el que se presentaron y por el que son diputados